La Vanguardia 01/03/2018 11:07
Miguel A. Moreno
Madrid, 1 mar (EFE).- La empresa catalana Lafcarr se ha adjudicado una licitación pública para instalar un sistema de alerta a la población en caso de emergencias en Lisboa (Portugal), debido a los movimientos sísmicos, por el que instalará dos sirenas en la capital lusa y dos en Cascais.
El riesgo sísmico del área metropolitana de la capital portuguesa, que ha sufrido históricamente mucha actividad técnica -hace un mes hubo un terremoto de 4,3 grados en la localidad de Arraiolos, a 123 kilómetros- ha provocado que las autoridades hayan convocado este concurso para un sistema de alerta a la población.
“En 1755 en Lisboa hubo el último ‘tsunami’ registrado en Europa, la ciudad quedó arrasada. Se prevé que en los próximos años puedan repetirse este tipo de movimientos”, ha explicado a Efe Arnau Nogué, director comercial de la empresa Lafcarr.
Se conoce como ‘tsunami’ a las grandes olas generadas por la energía que libera un movimiento de placas tectónicas y se desplaza por el mar.
“Toda la zona del área metropolitana de Lisboa tiene riesgo de ‘tsunami’ y nosotros vamos a colaborar con un sistema de alerta a la población”, ha añadido Nogué.
Las sirenas de esta empresa permiten emitir tonos de alerta y mensajes vocales, en función de la normativa de emergencias en cada país, aunque lo más habitual en este tipo de avisos de seguridad a la población es emitir un sonido para avisar a la evacuación, que en su máxima potencia puede abarcar entre 1.500 y 2.000 metros.
“Evitar la emergencia en estos casos es imposible, pero sí se puede reducir los riesgos alertando a la población para la evacuación”, ha señalado el responsable comercial de esta compañía.
Los avisos acústicos son, según Nogué, la forma “más eficiente” para avisar al máximo número de población en un caso de emergencia, ya que los sistemas de alertas a teléfonos móviles pueden verse afectados por posibles colapsos de la red en caso de alarma.
En cualquier caso “lo ideal es complementar todo”, ha señalado, tanto aviso acústicos como mensajes a los teléfonos móviles y todas las opciones disponibles para que la población proceda a la evacuación.
“Nuestros sistemas alertan a la población en caso de emergencia, desde la rotura de una presa a una fuga química, un incidente nuclear o riesgos naturales como tornados o movimientos sísmicos”, ha explicado el representante de Lafcarr.
Esta empresa española, que cuenta con unos 20 empleados y facturó en 2017 unos 3 millones de euros, trabaja ofreciendo servicios de alerta en presas hidroeléctricas, polígonos industriales, plantas petroquímicas y centrales de energía en España.
Además, ofrecen servicios de consultoría e ingeniería en un buen número de presas hidroeléctricas en nuestro país, con sensores que permiten conocer la situación de apertura o cierre de las compuertas y conocer datos del embalse como el nivel del agua, entre otras muchas informaciones.
Lafcarr trabaja en Portugal desde 2015, cuando llegó al país con un proyecto en una presa junto a la compañía eléctrica lusa EDP, y también ha realizado proyectos internacionales en Chile para prevención de riesgos sísmicos. EFE